Amigo,
acá estoy en todo esos momentos que me necesitas, por eso eres mi amigo
verdadero. Cuando se tiene una profunda amistad extrañamos a esa personas que
no la vemos desde hace mucho pero cuando la vemos nos sentimos muy felices y
ese día cambia para bien.
Un amigo te da su hombro para que en el puedas secar sus
lágrimas y muchas veces el momento se pone tan nostálgico que lloran juntos, se
ríen juntos.
Pero sobre todo está
contigo en los momentos oscuros, está ahí en el momento de la tormenta.
La amistada es un pilar fuerte y como un árbol que cada día se convierte en más fuerte que ayer y más fortalecido a pasar los años. Todo esto sucede cuando existe una amistad verdadera. Y recuerda: Un amigo es una bendición de Dios. Es como un hermano.
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